• Hora libre

    Miré el reloj y me encontré con que disfrutaba de una hora libre en la ciudad. Caminé por la acera de la avenida, sorteando viandantes, mirando escaparates. Pero el calor apretaba y yo no llevaba crema, ni gorra, ni gafas de sol. Podría haberme sentado en cualquier terraza con toldo, dejar correr la espuma de la cerveza fría por la…

  • Personas normales ante su destino

    Viajaba al lado de un señor que me contó su vida con pelos y señales. Al cabo de dos horas y pico de vuelo yo ya tenía una idea general de su biografía. Esperábamos nuestras maletas facturadas cuando él iba de aquí para allá hablando por teléfono, y yo le miraba y me sorprendía dándome cuenta de que conocía hasta…

  • Vistas del mañana

    A primera hora del día se oye el tanteo metálico de la llave encajar en el ojo de la cerradura. Gira el pasador, empuja el portón y penetra en el interior oscuro de la casa todo el chorro de luz sabatina de primavera, la brisa herbácea, toda la música del campo, las ricas armonías agudas de los gorriones, el reclamo…

  • De vuelta

    Abandona el cerco de Madrid y se enfila por la calurosa autopista que habrá de desembocar en su tierra levantina. A esta hora de la siesta reluce entre los claroscuros de abril un imponente sol de agua. No le gustaría que la lluvia ensuciase su flamante Sportage. Quita la radio cuando ve a la pareja de la Guardia Civil. Le…

  • Sala de espera

    Torre del reloj. Paqui J. Hidalgo Hoy han comido más temprano para estar con tiempo en la parada. Él se masajea la cara con Floïd y ella se termina de abotonar la rebeca. Entre silencios de siesta, cantos de gorrión y tintineo de cubertería, bajan del bracete la calle empedrada. El cielo está raso, el sol alto, corre una brisa…

  • Tajo parejo

    Madruga y se coloca la ropa de faena. Da un beso al niño y sale al poyo de la puerta. Enciende un cigarrillo mientras espera a la Vanette. Todavía está de noche, hace helor, guiñan algunas estrellas en el firmamento. A lo lejos oye el motor de la furgoneta; en el estuco de enfrente crece la sombra amarilla de los…

  • Tempestad petrificada

    Una niña le coloca una mascarilla a Miguel de Unamuno. A la estatua de Miguel de Unamuno. Sus padres ríen, consienten. Es un signo de los tiempos. Quizás Unamuno habría reído también, aun quejumbroso. Se habría dejado, azul y quijotescamente, enmascarar por esta niña, a la que le quedan unos cuantos años para saber quién es Miguel de Unamuno. Se…

  • Despedida

    Todas las conversaciones dicen lo mismo: que el verano acaba peor que empieza. Pero ya se sabe que la melancolía del final del estío siempre nos deja cansados y pusilánimes, como derrotados por un amor imprevisto. «Parece que fue ayer cuando llegó de súbito/en su carro de oro», escribe Eloy Sánchez Rosillo en su poema Despedida. La agonía de agosto…

  • La coraza del tiempo

    La maleta está arrumbada. Hará quizá más de cincuenta inviernos que se pudre, quieta y sin abrir. La que emigró a Hesse y la que trajo al pueblo el progreso alemán en forma de magnetofón. Cada año fue pasando de moda, descoloriéndose y destejiéndose por las esquinas, la maleta emigrante, en silencio e inmóvil en el altillo de un armario…

  • Millones en el aire

    Me chocó la forma tan peculiar con la que un matrimonio setentón decía su número de identidad. Fue en una clínica comarcal de cirugías menores. La administrativa preguntó primero al hombre por su carné en el mostrador de citas y él apoyó medio brazo en el aluminio y comenzó con la primera cifra. En vez de siete, dijo siete millones.…