• Con el azadón al hombro

    Se despertó todavía de noche. Encendió la radio. «En España hay veinte mil enchufes de recarga para coches eléctricos…». Cambió de emisora y dio con un punteo de guitarra. La música le hacía hundirse plácidamente en la cama; pero la apagó y se incorporó. A lo lejos se oían ranas y grillos zapateros. De debajo de la cama sacó el orinal…