Debió de ser hacia el año sesenta. Quizás en uno de esos viajes a Valencia. El abuelo trabajaba como peón de obras públicas por aquellas carreteras levantinas y, al preguntar en el tajo, alguien le diría que en los talleres Tatay fabricaban las mejores guitarras. Quería regalarle una a su hijo. Puede que también se la llevara a casa el…