Estos últimos días que ha hecho tan buen tiempo he cogido la costumbre de subir algunas tardes a la azotea que hay en el edificio donde vivo para hacer algo tan improductivo como práctico y saludable: expandir la mirada hacia el horizonte y procurar que sea el exterior el que acapare toda la atención del momento y no tanto mis…
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Con el azadón al hombro
Se despertó todavía de noche. Encendió la radio. «En España hay veinte mil enchufes de recarga para coches eléctricos…». Cambió de emisora y dio con un punteo de guitarra. La música le hacía hundirse plácidamente en la cama; pero la apagó y se incorporó. A lo lejos se oían ranas y grillos zapateros. De debajo de la cama sacó el orinal…
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Wonderwall
Están abajo, en la poza, cerca del chorro. Desde ahí los cañaverales del río y las rocas majestuosas del cerro dejan a la vista tan solo una cuña de cielo azulísimo. Los chicos se colocan bajo la cascada, bucean con azogue y emergen exhalando el aire como a punto de la asfixia. Ellas levitan y conversan en el agua, tranquilas.…
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Despedida
Todas las conversaciones dicen lo mismo: que el verano acaba peor que empieza. Pero ya se sabe que la melancolía del final del estío siempre nos deja cansados y pusilánimes, como derrotados por un amor imprevisto. «Parece que fue ayer cuando llegó de súbito/en su carro de oro», escribe Eloy Sánchez Rosillo en su poema Despedida. La agonía de agosto…